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Bru Romero

Si hubo un tiempo en el que todo lo que provenía de América nos enamoraba el alma hasta límites difícilmente sobrepasados por otra cultura, ahora nos encontramos en un momento en el que a todo lo nuestro no hay nada que le haga sombra allende los mares. De ahí que no queramos perder ni un solo segundo sin dejarnos caer por Ultramarinos Pirulo, un local como los de antaño donde encontrar de todo y bien bueno. F: Ultramarinos Pirulo

Un restaurante que, diseñado por el chef Andeka González, nos recibe en el barrio de Ibiza donde Luis Ortega (al que todos conocían como Pirulo) vendía e intercambiaba cromos y chuches con los vecinos más jóvenes. Un emotivo recuerdo cuya esencia se respira, sin duda, en esta especie de taberna decorada por Amaya de Toledo y Manolo Yllera, donde el producto lo es todo.

El chef Andeka González rinde homenaje al Madrid más castizo en un ultramarinos donde chuparse los dedos es toda una obligación

Un nuevo negocio del Florida Retiro donde comer bien es la especialidad, y que mantiene en las tradiciones gastronómicas más gatas su principal atractivo. De ahí que en su carta nos topemos con raciones para picar y compartir como sus tablas de embutidos con lomo o sobrasada de cerdo ibérico negro, croquetas de jamón o de bacalao y espinacas, bravas de la casa, huevos rotos con gambas de cristal, chipirones de anzuelo con mayonesa de camarón o boquerones fritos en escabeche casero de la abuela con queso de la Sierra de Guadarrama. ¿Quieres más? Pues lo tienen. No deberías dejar de catar su chuleta morucha, la carrillera de cerdo ibérico a la madrileña, las habitas salteadas con cecina y huevo frito, los pimientos del piquillo rellenos de bacalao ajoarriero, las alcachofas fritas con velouté de jamón y manita o una oreja crujiente con parmentier de patata trufada que hará que los menos casqueros vuelvan a creer en los milagros.

Para los que quieran alargar un poco más la sobremesa y no saltarse la fase dulce, nada mejor que su mousse de chocolate con gajos de naranja y crumble de galleta, su flan de queso o las natillas como las de la abuela para completar el plan foodie y dar la bienvenida a estos Ultramarinos Pirulo que, en esencia, siempre estuvieron allí aunque tú no lo supieras. ¡Qué alegría!

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