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Jordi Isern

Aunque en los últimos años marcas como Maians o el renacimiento de las Victoria, hayan puesto de nuevo en nuestra mente las zapatillas Made In Spain, había una larga tradición de industria del calzado, sobretodo en el Levante, que llevaba algún tiempo a la deriva. Aún con mucho por recorrer, nuevas marcas como Tugers, han apostado por esta denominación de origen. De manera inteligente, con modelos versátiles, tiradas cortas, alta calidad y precio asequible.

Con cerca de 2.000 pares vendidos en lo que va de año, la firma ya se plantean vestir no solo los pies

El cómo y el porqué lo sabemos de primera mano, ellos mismos nos lo han contado: “En diciembre de 2015 nos lanzamos a hacer una zapatilla más informal. Aunque nuestro punto de partida es el de un zapato, queríamos que fuera cómodo y destacara por la selección de los buenos materiales.” Y siempre con una línea bien definida: “El modelo Duke fue el primero que lanzamos, y ha funcionado de maravilla. La intención es seguir con nuevas combinaciones de colores.” Además, una marca en pleno 2016, ha de mirar hacia adelante, y evolucionar se convierte en obligatorio . Para estar a la orden del día, desde Tugers nos presentan novedades: “Para la temporada de verano hemos lanzado una colección de alpargatas hechas a mano aquí. Hemos querido renovar la típica alpargata con colores vivos y un formato un poco más actual. Están en Cherry Stripes, Lemon Live y Anchor”. Con cerca de 2.000 pares vendidos en lo que va de año, Tugers ya se plantean vestir no solo los pies “Para septiembre puede que enseñemos ya las camisas, jerséis y accesorios como calcetines y corbatas”.

¿Y todo, vía online? No, en medio de ese camino de la tradición y la modernidad, tienen tienda física en Madrid a la espera de abrir otra por determinar aún en que ciudad. Versatilidad, calidad, orginalidad y de la tierra, así es Tugers. Más info haciendo click aquí.