By
Ariana Díaz Celma

Esta cuarentena hemos descorchado botellas para degustar con atención, acompañadas de discos, lecturas, series o charlas con los amigos vía Zoom o House Party. Más de 60 días en los que las copas de vino han sido a menudo nuestro mejor y más versátil compañero. Compartimos un tinto, un rosado y un blanco, un top 3 con el que nos iríamos al fin del mundo, para que los disfrutes en este apacible camino hacia la nueva normalidad.

20 Aldeas (2018)

Probamos una botella piloto hace escasos dos meses y ahora, por fin, es posible hacerse con él. Este vino ha quitado unos cuantos años a la Bodega Condado de Haza y la ha rejuvenecido con un tempranillo 100% ecológico, el primero de la historia de la familia Fernández Rivera, a quien pertenecen la cepas a la orilla del Duero que producen las uvas para este magnífico vino. Te gustará si te convencen los aromas a frutas negras, moras y un toque lácteo. En él aparecen regalices típicos de la variedad Tempranillo seguidos de torrefactos como vainillas, caramelo de café y ligeros ahumados provenientes de la crianza en barricas de roble americano. Ya está disponible AQUÍ.

Terrible (2018)

Este vino ha sido el gran descubrimiento de la pandemia. Medalla de Oro París 2018 en el Concours Général Agricole, la Bodega Maison Albera ha creado un caldo ligero y fácil de beber en un aperitivo, con una ensalada o un buen pescado. Hecho a base de lledoner pelut y syrah, te gustará si te gusta el Languedoc-Roussillon Rosé. La etiqueta de la botella es una auténtica declaración de intenciones, en la que puedes leer una serie de adjetivos en los que el vino se autodescribe: gourmand, rebelle, rêveur, oriental, passionnant, Sauvage, scintillant, indépendant, convival. Puedes hacerte con él AQUÍ o, si vives en Barcelona, acercarte a La Vinícola (C/ Girona, 123).

La Bufarrella (2017)

Todo lo que facturan Toni Carbó y su esposa Anna es de fiar. Ellos son los responsables del Celler La Salada, una bodega situada en Parellades de El Pla del Penedés en la que elaboran vinos naturales que se adecuan a los ciclos lunares y expresan lo que lleva dentro la tierra en la que están plantadas las vides. Su filosofía es clara, ellos representan la nueva generación de artesanos viticultores que elaboran vinos naturales como antaño, respetando al máximo la uva y la naturaleza. Aunque todo lo que hacen es excelente, hoy recomendamos La Bufarrella, elaborado con uva xarel·lo, un vino que a menudo degustábamos en Casa Bonay y que por primera vez hemos descorchado en el comedor de casa. Avisamos: sienta igual o mejor. Puedes acerte con él AQUÍ.