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Ariana Díaz Celma

Para alegría de muchos -y aquí nos incluimos la crew de Good2b- la comida peruana se ha convertido en un hito a este lado del Atlántico. Entre los restaurantes de referencia en el ámbito, encontramos el Tanta, un peruano que en 2013 decidió abrir sucursal en Barcelona tras su triunfo aplastante en Madrid gracias al restaurante Astrid y Gastón. Los cebiches de Gastón Acurio dejaron de ser un capricho que sólo se podía catar en la capital y ahora también sirve las mejores recetas peruanas en Barcelona. Eso sí, siempre pasadas por un personal filtro que convierte los sabores de dicho país en auténtica cocina de autor. Cabe tener en cuenta que el restaurante que el chef tiene en Lima ganó el premio al mejor de Latinoamérica el pasado 2013, así que una visita al Tanta se presenta como tarea obligatoria entre los amantes del buen comer.

Los cebiches del Gastón Acurio dejaron de ser un capricho que sólo se podía catar en la capital y ahora también sirve las mejores recetas peruanas en Barcelona.

El Tanta está situado en un elegante local del Eixample Izquierdo, amplio y en el que las mesas guardan la prudente distancia que tan a menudo echamos de menos hoy en día en los restaurantes. Dos ambientes diferenciados, pero igual de cómodos, cobran calidez gracias al jardin vertical situado al fono del espacio, donde se muestra la materia prima utilizada en la cocina y por donde se filtra luz natural cada mediodía. La decoración se convierte en el perfecto atrezzo para probar la cocina tradicional peruana, que va desde recetas criollas a otras nikei, ideadas por el que podríamos afirmar es el Ferran Adrià de Latinomérica.

Desde los Andes y hasta el Amazonas, la cocina de Gastón Acurio no deja ningún rincón de la geografía peruana por cubrir. Además, la carta del Tanta se puede descubrir de distintos modos, aunque a los principiantes les recomendamos hacer el recorrido clásico, donde puedes encontrar entrantes como las empanadas de ají de gallina o la papa rellena de ternera, pasas y aceitunas con salsa criolla y huancaína; seguir con un pan con chicharrón -un costillar de cerdo con boniato frito, salsa criolla, papas fritas y salsa tari-; para terminar con un postre de mazamorra morada y arroz con leche.

Los que ya tengan nivel proficiency en cocina peruana, pueden degustar su carta a partir de las influencias de la misma. Nos explicamos. La causa limeña -boniato con aguacate, tomate, huevo, mayonesa y huancaína-, por ejemplo, es una receta andina; mientras el cebichón mixto con mariscos y leche de tigre viene de España; los wantanes de cerdo y tamarindo son de clara influencia china; el anticucho de corazón de ternera a la parrilla con papas doradas y salsa criolla viene directamente de África; y el maki cebichero debe su existencia a los japoneses que hace años que habitan en Perú. Por algo estamos ante uno de los países con más culturas por metro cuadrado y más tradición e inmigración. Un auténtico crisol de culturas que se ve reflejado en su cocina. Si creías que ya estaba todo dicho, te equivocas. La carta también se puede degustar a partir de sus niveles: no es lo mismo alguien novel en la cocina peruana y sus gustos intensos, que alguien avanzado, sin obviar el nivel intermedio.

Comer o cenar en Tanta puede costar entre 25 y 40 euros. Además, cuentan con un menú de mediodía por 19 euros.

 

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