By
Bru Romero

No por ser foodies, nos perdemos en la sofisticación hecha producto bien emplatado. Disfrutamos del buen comer ya sea un restaurante de postín y estrellas a granel y en una tasca de barrio donde sirven la mejor materia prima mimada como toda la vida se ha hecho. Locales muy dispares todos ellos pero que saben robarnos una parte de nuestro corazoncito más catacaldos que no duda en enfrentarse a nuevas aventuras. Experiencias que en un local como Skull St. adquieren un giro inesperado a golpe de fusión y… ¡qué fusión!

Localizado en la Plaza del Rey, casi donde Chueca saluda a la Gran Vía, Skull St. consigue sorprendernos no solo por su cocina abierta y lo dinámico y llamativo de su negocio sino por su desvergonzada propuesta culinaria.

Sabores que no se definen, se reinventan cada semana y nacen y mueren en la boca del cliente son las proezas de un chef como Carlos Nuñez al frente de Skull St.

Regentada por el chef (y virtuoso) Carlos Nuñez, esta taberna con-fusión y demasiado buen rollo apuesta por sorprender al cliente a golpe de carta mínima y… ¡sorpresa! Y es que el menú se reinventa cada día. Así son ellos. Un golpe certero en clave de showcooking y enchufes a la vista (habrá que cargar los móviles mientras departimos sobre lo humano y lo culinario, ¿no?) que provoca que les visitemos con asiduidad para ir probando los platos que por allí se prestan. Opciones que no solo son instagrameables sino que encandilan y atan con fuerza a una clientela que no quiere dejar de seguir masticando sus explosivos manjares no aptos para paladares aburridos.

Versiones canallas de los platos que siempre nos han hecho felices y que desde una ensaladilla o croquetas en tempura de sepia y gamba con alioli de ajo negro a unas alcachofas con velo de bacon, empanadillas de criollo con Idiazabal, huevos y boletus, pollo macerado al carbón con romescu y cebolletas o unas verdinas guisadas con cocochas de bacalao, nos despiertan el apetito para proseguir con una carrillera de ternera  sobre crema parmentier, lasaña de zamburiñas, chipirones a la plancha con tomate y cebolla o un ceviche marinado. Suma y sigue que roza la fantasía gastonómica cuando intentamos  (lo conseguimos) poner la pica sobre su tarta de queso con membrillo o la tarta de chocolate que no es una tarta de chocolate cualquiera porque aún nos la seguimos soñando. Y eso, no lo consiguen muchos restaurantes por mucho empeño y locura que pongan. Nuñez eres un atrevido y, seguramente, a nuestras bisabuelas las tendrías en el bote. ¡Brindemos con vermuts y ricos cócteles!

Detalles




  • Dirección: c/ Barquillo, 8, Madrid
  • Horario: D-X: 12,00h a 01,00h y J-S: 12,00h a 02,00h
  • Teléfono: 911 73 43 46
  • Tipo: Restaurante
  • Web: http://skullst.es/