By
Photo 13 - by Augusto De Luca
Photo 12 - by Augusto De Luca
Photo 11 - by Augusto De Luca
Photo 10 - by Augusto De Luca
Photo 8 - by Augusto De Luca
Photo 7 - by Augusto De Luca
Photo 3 - by Augusto De Luca
Photo 2 - by Augusto De Luca
Photo 1 - by Augusto De Luca

Hoy os queremos enseñar una selección de fotografías muy especial. Bajo el nombre de ShadowsAugusto De Luca nos muestra una serie formada por polaroids en las que predominan situaciones solitarias protagonizadas por sombras de siluetas humanas enmarcadas por la luz.

Las polaroids de Augusto De Luca están protagonizadas por sombras de siluetas humanas que logran evocarnos al pasado

Augusto De Luca nació en Nápoles en el 1955 y, a pesar de estar licenciado en derecho, la verdadera pasión del italiano es la fotografía. En sus años de trayectoria profesional, el artista admite haberse dedicado tanto a la fotografía tradicional como a la más experimental, algo que él mismo remite a su incesante búsqueda de expresión: ‘la creatividad me ha acompañado siempre. He buscado siempre de expresarme con un estilo determinado pero a través de todos los materiales y formatos. Deseo descubrir cómo mi creatividad se manifiesta en diferentes circunstancias’.

El fotógrafo italiano ha obtenido un reconocimiento internacional, cosa que le ha permitido exponer sus fotografías en instituciones como la Cámara de Diputados en Roma, la Biblioteca Nacional de París, la Galería Nacional de Artes Estéticas de China en Pekín, el Museo di Roma o la Asociación de Fotógrafos Profesionales de España en Barcelona.

Shadows reúne una selección de polaroids que, como el propio nombre indica, tienen como denominador común la presencia de sombras de siluetas humanas plasmadas en distintos objetos y paisajes. La combinación de tonos ocres, anaranjados y verdosos predomina en la muestra de imágenes, cosa que le permite al fotógrafo obtener un resultado de efecto vintage y de lo más retro.

© Shadows, Augusto De Luca

Pero si hay algo que nos transmite esta colección de polaroids es, sin duda alguna, sensación de calma. Cada sombra que vemos capturada en las fotografías nos invita a pensar y reflexionar sobre la soledad de la situación representada y, con ello, nos invade una emoción melancólica de la que el fotógrafo es plenamente consciente: ‘cada una de mis fotografías está filtrada por la emoción, de la relación que se crea entre el lugar a retratar y yo mismo’.