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Bru Romero

Con esta ola de calor, que parece durará algunas semanas más, lo más seguro es que bien estés de vacaciones o trabajes por tu cuenta, sentarte en una terraza al son de una cerveza bien fresca o al de un helado de esos que parecen nunca acabarse, sino fuera porque se van derritiendo, serán el básico que más te marques.

¿Hay algo mejor que sentir que tu cuerpo disminuye en grados y el placer es tal que pedirte otra tarrina con dos bolas, se convierte en tu principal problema? Una absoluta vuelta a esa niñez en la que el helado era el mejor regalo que te podían dar de postre o premio por un buen comportamiento, recuerdo que ahora vuelve a nuestra mente en nuestra particular lucha contra los 40 grados a la sombra a los que podemos llegar. Pero, ¿qué me dirías si además de buenos helados, te ofrecen especialidades que nunca antes has probado y salidas de las manos, nada más y nada menos, de Jordi Roca, el tercio más cañero de El Celler de Can Roca? Pues sí, lo has adivinado, te hablo de Rocambolesc y el corner que en Madrid está volviendo loco a todos los locales.

Tras su primer local en pleno centro de Girona, el segundo en Playa de Aro y su presencia en el Hotel Omm de Barna, Jordi Roca y su mujer Alejandra Rivas mueven su carrito de helados hasta Madrid

Situada en la nueva zona gourmet de El Corte Inglés de Serrano y compartiendo planta con la antojería mexicana Cascabel y con StreetXo, la locura asiática de David Muñoz, el Rocambolesc de Roca es la ilusión más infantil y fantasiosa hecha heladería. Con una decoración que te teletransporta a la fábrica de chocolate del excéntrico Willy Wonka, el mostrador ya es solo una declaración de intenciones. Helados totalmente artesanos que poder customizar al gusto o al antojo, partiendo de uno de los 6 sabores base (panettone, yogur, vainilla, chocolate, sorbete de carota o el mágico manzana asada) y añadiendo toda una suerte de frutas deshidratadas, galletas, frutos secos o bizcochos de esos que ponen los ojos en blanco constante.

Cucuruchos de barquillo y tarrinas que ceden parte de su protagonismo a otras dulces creaciones como su panet (brioche relleno de chocolate caliente y sellado en sandwichera) o sus divertidos polos Helado Oscuro (guiño a Darth Vader) y RocaTocha (a imagen y semejanza de la nariz de Jordi). Propuestas que alegrarán más de una tarde de caloret pegajoso y que no harán otra cosa que refrescarte los días y hacerte chupar los dedos como si fueras un niño a las puertas de la fábrica de chocolate de Wonka, pero esta vez de Roca y en su primera incursión, por todo lo alto, fuera de Cataluña. Jordi no sabes lo mucho que te habíamos echado de menos.

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