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Bru Romero

Estamos en tiempos en los que renovarse es lo que mejor podemos hacer si no queremos morir. Una época en la que no es necesario inventar nada nuevo porque lo más seguro es que tengamos lo que buscamos delante de nosotros mismos. Es aconsejable en gastronomía, y en la vida en general, educar la vista para apostar por aquellos productos que habiéndonos acompañado durante toda la vida, todavía están listos para una vuelta de tuerca más. El queso es, sin duda, uno de esos alimentos que nos hacen rozar el sueño de cualquier joven empresario. Y la Quesería Cultivo puede ser un gran ejemplo.

Solo un 10% de sus quesos son internacionales. Una absoluta declaración de intenciones con quesos como el gouda o el parmesano como invitados foráneos.

Para los amantes del queso, pasearse por la calle Conde Duque ya no será lo mismo. Y es que planteada como el local perfecto para entregarte a tu pasión por el cuajado de leche, Quesería Cultivo surge del amor sin límites de las familias Valvuena (Granja Cantagrullas-Valladolid), Corral-Martínez (La Jarradilla-Tezanos) y Hernández (Los quesos de Juan-Medina del Campo) por uno de los productos estrella de nuestros aperitivos, meriendas y celebraciones.

Una tienda a temperatura cámara de maduración con la que las tres familias asociadas se encargan de dar a conocer la elaboración artesana y nacional (principalmente) de este producto tan nuestro, elaborado en pequeñas y exclusivas producciones con las que deleitar al personal. Todo ello en torno a una filosofía de consumo responsable y respeto a la materia prima.

Un lugar en el que el olor y la cultura quesera se hace con nuestro olfato  y espíritu que sucumben a este proyecto de jóvenes productores y que además de suministrar ricos quesos a los más fieles, dispone las instalaciones para la experimentación en talleres o incluso catas organizadas.

Una dirección que apuntar en la agenda si lo que buscas es aquel pedido especial, aquellos #quesosconrostro (hashtag que se han inventado los propietarios) y donde también tener la posibilidad de hacer acopio de productos frescos como mantequillas, yogures, leches pasteurizadas y demás gustosas elaboraciones. ¿Qué es eso? Eso es queso… y del bueno.

 

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