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Para muchos septiembre es el final de la canícula, el adiós de las vacaciones, la vuelta al trabajo, las ojeras y el monótono horario semanal, el frío (de los que no saben lo que es el frío) y la lluvia milagro que cae en esta ciudad. Se equivocan, septiembre es siempre el principio. Anochece antes, las terrazas se despejan de turistas, y volvemos adentro, al calor uterino, a los bares.

Se saborean buenas conversaciones, se lee en la barra, se medita la situación y se conspiran soluciones bajo la atenta mirada del ser que todo lo presencia, Jota

Abrir la puerta del Pony Café es entrar en el bosque de la noche donde se sientan las ramas acostumbradas a la intimidad de esa atmósfera rojo noche para dejarse arrebatar por el alcohol, la charla y la música. Es un bar de barrio, de la Ribera (carrer Portal Nou), de clientela ‘selecta’, centro de sociabilidad y desencanto donde suceden historias que al día siguiente se perciben borrosas.

En el Pony Café, no se sirven cafés, no abre por la mañana. Al Pony se va cuando cae el sol a tomarse unos tragos; una caña bien tirada (cosa difícil en esta ciudad), una cerveza artesana, un gintónic mimado, un Zubrowka. Pero también se saborean buenas conversaciones, se lee en la barra, se medita la situación y se conspiran soluciones bajo la atenta mirada del ser que todo lo presencia, Jota, su dueño y señor, que detrás de la barra poda esas ramas que somos todos nosotros con delicadeza y cariño. Mientras, a viva voz, resuena en el ambiente el credo de la colectividad; » la última y nos vamos».

Detalles




  • Dirección: Carrer del Portal Nou, 23, Barcelona
  • Horario: L-S 19:00 a 02:00h | D Cerrado.
  • Teléfono: 605 49 06 98
  • Tipo: Bar-cafetería
  • Web: https://www.facebook.com/PonyCafe