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Ariana Díaz Celma

De la saga del Pla, un nombre propio siempre fiable, llega Pepa Pla, nuevo y muy recomendable restaurante que ha decidido instalarse en una antigua ‘librería de viejo’ del Eixample Izquierdo. Durante décadas y décadas, el señor Ramón había alternado negocio y vivienda en los bajos del número 41 de la calle Aribau, en el mismo espacio que ahora ocupa este nuevo establecimiento, que mantiene las estanterías que vieron reposar libros con historia y donde, a través del mosaico del suelo -con más de 100 años de historia- podemos adivinar la frontera entre la tienda y la casa del histórico librero. Así pues, manteniendo la esencia del pasado, Pepa Pla hace posible un presente gastronómico liderado por un equipo de joven y entregado, que sirve cocina honesta con mucha personalidad, regada por una exquisita carta de vinos.

Hacía ya unos años que el señor Ramón alternaba negocio y vivienda en los bajos del número 41 de la calle Aribau, en el mismo espacio que ahora ocupa el Pepa Pla

Rodrigo, su chef, empezó haciendo helados en su México natal para pasar a flirtear con la cocina más refinada en Donosti y terminar en Barcelona, donde ahora hace las delicias de comensales que, aunque sin ganas de muchas complicaciones, no quieren renunciar a comer bien. Hoy por hoy, Rodrigo visita a diario el Mercat del Ninot para hacer realidad una cocina que bebe de distintas gastronomías. Quizás es el hecho de que Camila, la sommelier, es chilena, o de que en la cocina encontramos a personal de procedencia tan diversa como Argentina e Italia, pero lo cierto es que la carta hace guiños a comida de procedencia tan diversa como la japonesa, mexicana o la latina en general.

Una de las peculiaridades de Pepa Pla es el hecho de que todas sus recetas se cocinan con mucho producto y poca manipulación en la plancha. Ni freidora, ni fuego: una placa de calor y un Roner, así como una técnica basada en la baja temperatura, son todas las armas que Rodrigo desenfunda para crear una cocina que se nutre no solo de la proximidad, sino también de un huerto situado en el patio trasero, donde se plantan todo tipo de hierbas y especias para dar sabor a cada uno de los platos. Aunque siempre hay sugerencias del día muy a tener en cuenta, en la carta se pueden encontrar platos como el magret de pato y limón; la caballa marinada con apio y tomate; la deliciosa y sorprendente pizza okonomiyaki con foie; el sabroso bocata de pulpo, acelgas y romesco; los calamares con guisantes y ‘chimichurri’ o la pluma ibérica con berros. Los postres también dan agradables sorpresas en forma de brioche con chocolate y frambuesas o el borrrracho de de Ratafía, que escriben con cuatro ‘r’ para demostrar que lo suyo no va en broma.

Todas las recetas del Pepa Pla se cocinan con mucho producto y poca manipulación en la plancha

La carta de platos, pero, no es la única protagonista del Pepa Pla. Su menú de vinos naturales y cervezas artesanales cobran idéntica importancia, a través de una selección hecha con esmero que va cambiando con las temporadas, tal y como lo hacen las recetas. Y todo a partir de 25-30€.

¡Pasen y vean!

 

 

Detalles




  • Dirección: C/Aribau, 41
  • Horario: L-S 13:00-15:30 20:00-23:30 ı D Cerrado
  • Teléfono: (+34) 936 11 18 85
  • Tipo: Restaurante
  • Web: http://www.pepapla.cat