Cuando un restaurante no solo te entra por los ojos sino que además alimenta tus ganas de darte a la gastronomía más auténtica, queda registrado en tu particular historial mental de sitios por los que volver a pasarte. El triunfo, hoy en día de la gastronomía, es el triunfo absoluto de ese boca a boca del cliente más que satisfecho que no solo disfruta de cada uno de los platos sobre la mesa, sino que además los recomienda. Una cadena foodie muy difícil de romper y que en el caso del restaurante Orgaz gana enteros a cada nueva comanda.

Para aquellos que no les apetezca desplazarse al centro pero tienen mono de ver y dejarse ver

Distanciado, lo justo, del bullicioso centro y habiéndose convertido en uno de los restaurantes más visitados del área residencial situada en torno a IFEMA, Orgaz es una verdadera sorpresa para no dejar de disfrutar.

Un local que mantiene la tendencia de mantener diversos espacios, dividiendo sus metros cuadrados en una zona de mesas altas, una dinámica barra y dos salones que no pierden el particular encanto del diseño interior más moderno y acogedor.

Un punto de encuentro donde el producto habla por sí solo y donde en la variedad encontramos el gusto por sentarnos a entregarnos a su gastronomía popular. De ahí que no queramos marchar sin probar su ensalada de burrata, las alcachofas en flor con oliva virgen y sal en escamas, su pastel de cabracho y mahonesa de lima, ensalada César con pollo crujiente, bacon y parmesano, el impresionante bacalao confitado a baja temperatura  con crema de patata o su ya mítico timbal de rabo de toro deshuesado.

Básicos de nuestra cocina cuyo sabor y texturas no se olvidan y que gracias a Orgaz vuelven a nuestro paladar de la forma más contemporánea. Un restaurante a la altura de lo que se espera y que sin duda será parada obligatoria cuando te dejes caer por los desfiles de la próxima edición de Mercedes Benz Fashion Week Madrid o el próximo fin de semana, si no quieres esperar.