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La 24ª edición de la Muestra Internacional FIRE!! de Cine Gay y Lésbico de Barcelona ya está en marcha. En su edición más reivindicativa en conmemoración del 50 aniversario de los disturbios de Stonewall, se proyectarán 54 películas entre largometrajes, cortometrajes y documentales durante los 10 días que dura el certamen. Uno de esos documentales es Now You Are a Woman, una producción del Casal Lambda dirigida por Alba Muñoz que sigue la vida de Gerald Hayo, activista para los derechos de las mujeres LBQ de Kenia y superviviente de una de las prácticas violentas más extremas en contra de las mujeres lesbianas: la violación correctiva. F: Fotograma del documental a cargo de Guillem Sartorio

Now You Are a Woman sigue la vida de Gerald Hayo, activista y superviviente de una de las prácticas violentas más extremas en contra de las mujeres lesbianas: la violación correctiva

La película, que se estrenará el 10 de junio, trata sobre su vida en Mombasa, donde reside y trabaja con su novia; y su vuelta a su ciudad natal, donde reside su familia que aún no quiere saber nada de ella. El documental es impactante; un testimonio vital sobre una mujer que no sólo tuvo las fuerzas necesarias para asegurar su supervivencia, si no que decidió dedicar su vida a luchar por los derechos de mujeres en su misma situación. Hemos tenido la oportunidad de hablar con Alba Muñoz, directora del documental, para descubrir un poco más el filme y la vida de Gerald.

Fotografía de Guillem Sartorio

«Al acompañar a Gerald a su tierra natal, de donde tuvo que huir después de ser violada, comprendimos cómo es Kenia a través de los ojos de una mujer lesbiana»

  • Now You Are A Woman surgió tras acompañar a la activista Gerald Hayo de vuelta a su tierra natal, de donde tuvo que huir por su orientación sexual. Allí, pudiste ver la situación de las mujeres LBQ kenianas de primera mano. ¿Con qué objetivo ibas a Kenia con Gerald, y con cuál volviste?

Cuando fuimos a Kenia ya teníamos la intención de conocer a Gerald Hayo y a su entorno. Queríamos profundizar en la situación de las mujeres lesbianas, bisexuales y queer del país africano. Lo que no sabíamos es que íbamos a presenciar debates entre mujeres LBQ sobre los peligros de salir del armario, ni que estaríamos en una fiesta clandestina de mujeres en Mombasa o que podríamos visitar a una activista lesbiana que acababa de parir después de ser forzada por su familia a quedarse embarazada para acallar los rumores sobre su lesbianismo. Al acompañar a Gerald a su tierra natal, Kisumu, de donde tuvo que huir después de ser violada, comprendimos cómo es Kenia a través de los ojos de una mujer lesbiana, cómo un país amable se vuelve completamente hostil. La intimidad de una sola persona nos hablaba de la realidad de un colectivo invisibilizado y sometido a violencias multiplicadas, por el hecho de ser homosexuales y mujeres.

  • ¿Qué crees que aporta el formato documental en el momento de contar una historia como la de Gerald?

La historia de Gerald podría ser una novela de ficción o una película, pero hemos elegido el formato documental porque creemos que la realidad, en este caso, transpira. La suya es una historia que debe de ser contada tal y como es, tal y como fue. Por otra parte, hemos contado con recursos limitados para el rodaje, y por ello hemos optado por la opción más flexible y adaptable a la vida de la protagonista.

«El patriarcado también existe dentro del movimiento LGBTI, las mujeres son invisibilizadas y censuradas cuando tratan de denunciar las problemáticas que les afectan»

  • ¿Cuál es la importancia del activismo en los movimientos LGTBQI (y, más en concreto, las mujeres LBQ) en países como Kenia? ¿Cómo crees que podría evolucionar la situación en los próximos 10 años?

Una de las cuestiones más interesantes sobre el movimiento LBQ de Kenia es su reciente posicionamiento feminista. Tanto Gerald como otras activistas que hemos conocido en Mombasa y Nairobi cuentan que las mujeres homosexuales, bisexuales y queer han militado en el movimiento LGTBI desde el principio, luchando por la igualdad de derechos de todo el colectivo. Sin embargo, aseguran que el patriarcado también existe dentro del movimiento LGBTI, que son invisibilizadas y censuradas cuando tratan de denunciar las problemáticas que les afectan como mujeres. Por eso han decidido luchar por sus propios derechos sin desvincularse del movimiento LGTBI. Están cansadas que otros hablen en nombre de ellas.

Fotografía de Guillem Sartorio

«Las amigas activistas de Gerald le recriminan que vaya a la iglesia, donde a menudo son insultadas y vejadas como homosexuales y se niega su derecho a la existencia»

  • ¿Qué papel juega el perdón en la narración de la historia de Gerald?

El perdón de Gerald hacia su hermano mayor, responsable de la violación correctiva que sufrió hace ocho años, juega el papel que tiene en la vida de Gerald: un papel secundario y pragmático, clave para su supervivencia. La activista es muy consciente de que lo que sufrió es una injusticia y que tiene derecho a sentir ira e incluso deseos de venganza. Pero ella elige poder ser feliz, y por ello, afirma que no puede vivir deseando que su hermano sufra como ella sufrió, porque si no nunca volvería a creer en la bondad del ser humano. Gerald está muy segura de que a día de hoy, ella es mucho más feliz que su hermano. Esa es su venganza.

  • Sabemos que Gerald es una persona muy religiosa. ¿Hasta qué punto crees que son contradictorios los conceptos de religión y homosexualidad? ¿Cómo se manifiestan en Gerald?

Gerald tiene todo un tratado filosófico al respecto de su religiosidad y su lesbianismo. Sus propias amigas activistas le recriminan que vaya a la iglesia, desde donde a menudo son insultadas y vejadas como homosexuales, y desde donde se niega su derecho a la existencia. Sin embargo, en opinión de Gerald existen lecturas desviadas e interesadas de la Biblia. Su visión es personal y anárquica. Para ella, Dios no está en la iglesia sino en su corazón, es una energía que la ayuda y la impulsa, que la acepta tal y como es y que entiende que ella es amor. Está convencida de que aquellos que defienden el exterminio de los homosexuales no están obedeciendo a la voluntad del creador. Cuando un cura carga contra las lesbianas durante una misa, simplemente cambia de iglesia.