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Laura Herranz presenta una temporada Otoño-Invierno 2019-20 con influencia clara del artista vanguardista Jean Arp. Pintor, escultor y poeta del dadaísmo y el surrealismo, tuvo siempre la naturaleza como un elemento clave en su imaginería artística.

Ahora, la diseñadora y directora de arte Laura Herranz recupera su figura multidisciplinar y naturalista para dar lugar a una colección luminosa y orgánica.

Volúmenes, formas orgánicas y colores luminosos en la nueva colección de Laura Herranz

La influencia del artista se hace presente en los volúmenes de las prendas y en las formas redondeadas de los accesorios, desde los pendientes hasta los zapatos. En toda la colección predomina la forma ovoide, que se dilata, se retuerce o se contrae para dar lugar a detalles que se asemejan a elementos de la naturaleza, como hojas o piedras.

© Laura Herranz. Campaña Otoño Invierno 2019-20

Así, los botones, los pendientes y los tacones de formas orgánicas y texturas lisas acompañan prendas de mangas amplias y solapas voluminosas y redondeadas. Vestidos, abrigos y americanas que cogen la gama cromática de las obras de Arp: azul, naranja, burdeos, y marrón que contrastan con el blanco roto de los accesorios.

© Laura Herranz. Campaña Otoño Invierno 2019-20

La unión de hombre y naturaleza y la voluntad de dar valor al entorno fueron dos aspectos que guiaron las obras de Arp como lo hicieron posteriormente con César Manrique. El artista canario ha sido también fuente de inspiración para Herranz gracias a su amor por la preservación de la naturaleza.

© Laura Herranz. Campaña Otoño Invierno 2019-20

En la nueva colección se ha apostado por materiales naturales como el algodón o la lana fría o alpaca, generando sensación de calidez y cobijo al tacto con la piel. De esta forma, la diseñadora logra, con las piezas, la fusión metafórica entre el ser humano y el entorno.

© Laura Herranz. Campaña Otoño Invierno 2019-20
 © Laura Herranz. Campaña Otoño Invierno 2019-20

La campaña de la colección es también reflejo de esta comunión y del amor de Manrique con las islas Canarias; agua, tierra y aire inundan las imágenes dando fuerza y esencialidad a los diseños.