By
Bru Romero

Me he dado cuenta que, en esto de la cocina, pasa lo mismo como en la moda: nos encanta seguir una tendencia y explotarla hasta acabar con ella, destruirla. Pasó con los pantalones de campana, pasó con los ojos ahumados y también pasa con los tataki de atún rojo o los carpaccios al gusto del consumidor. ¿Por qué tenemos que adaptar nuestros gustos en la cocina a las modas que vienen y van? ¿Es que piensan los grandes maestros restauradores que nos encanta deambular en bucle sobre los mismos platos en todos los restaurantes? ¿Podrían ofrecernos algo más novedoso y que nos sorprendiera en nuestra próxima reserva a cenar que un repetitivo plato tocado por esa coletilla de “… al Pedro Ximénez”?

Teniendo en cuento las anteriores súplicas y apostando por desmarcarse del resto con un producto totalmente diferente, Metro Bistro se abre ante nosotros como las mismísimas puertas del cielo. Sentarse a comer allí es un descanso de ese gusto por el estilo hípster, de cuidarlo todo menos la comida. No me importa que las sillas no hayan salido en el último número de AD, ni que la vajilla no haya sido presentada en la última edición de la Feria del Mueble de Milán, ni que los camareros y demás servicio no vayan vestidos de Amaya Arzuaga. Lo que me importa es que lo que me sirvan cumpla las expectativas de este local coqueto, sin estridencias, y muy buena prensa y boca a boca.

Gastronomía latinoamericana y mucha creatividad, la carta de presentación de este restaurante que no engaña

Un lugar en el que lo que importa es el cliente y en torno a sus necesidades giran los platos a ofrecer. Platos sinceros, modernos y que se ajustan a esa calidad precio que tanto agradecemos, apostando por una materia prima de impecable nivel y mejor hacer entre fogones. Un restaurante donde encontrar en una misma carta cecina del Bierzo y arepas con queso costeño y quema agria o unas deliciosas ortiguillas del Cantábrico crocantes, tartar de algas y emulsión de lemongrass. Entrantes que van abriendo el apetito frente a segundos como el ciervo braseado demi glace y rollito de otoño, raya crujiente con escarola y vinagreta de ajo negro o un arroz con pato que te deja levitando de puro gustazo. Los más golosos siempre podrán hacer hueco para los canelones de piña o la tat-crumble de manzana con helado de vainilla y caramelo de haba tonka, poniendo broche a ese encuentro con amigos, familiares o lo que tu más quieras y que desearás apuntar en tu agenda de sitios para volver.

Si con lo aquí leído no te he convencido, dame el beneficio de la duda y acércate por Metro Bistro. Las palabras sobran con semejante virtuosismo foodie.

P.D. También cuentan con otro local en la Plaza Mayor

Detalles




  • Dirección: c/Evaristo San Miguel, 21
  • Horario: L-S: 11,00 a 17,00h y 20,00 a 01,00h; D: 11,00 a 17,00h
  • Teléfono: +34 91 542 95 21
  • Tipo: Restaurante
  • Web: http://metro-bistro.com/