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En Barcelona urgía la aparición de un enclave gastronómico que exaltara, así a lo grande y sin tapujos, el pescado, y por consiguiente, el excelso mundo marinero. Estas plegarias se han hecho realidad dando un paso más allá, o mejor dicho, más arriba. Con una línea costera abarrotada, donde uno ya casi no consigue vislumbrar el mar ¿qué mejor idea que disfrutar desde la distancia? Así que, como si de un barco volador se tratase, acaba de atracar en la cima de la emblemática Torre Colón (110m de altura), el restaurante Marea Alta, y su mellizo coctelero, el Marea Baja

Un recorrido por las delicias que nos dan los océanos y mares peninsulares -Atlántico, Cantábrico y Mediterráneo- en un enclave ensoñador

Un proyecto gastronómico-faraónico avalado por «el madrileño catalán» Enrique Valentí, en el que buscan mimar por una lado, nuestro paladar con pescados y mariscos frescos llegados directos de su vecino puerto; y por el otro, nuestros ojos, con unas vistas únicas de 360º a las que por primera vez podemos acceder autóctonos y visitantes. En total, 1.000 m2 -que se dice pronto- divididos en tres plantas.

Comenzamos en la 23, donde han alojado el bar-coctelería Marea Baja especializado en cócteles de autor y sangrías. Un primer paso ideal para abrir la boca y los ojos, que además cuenta con una estupenda terraza-mirador con telescopios para marujear la ciudad desde las alturas. Lo mejor es que no es necesario ser cliente del restaurante para acceder al Marea Baja, está abierto a todo aquel que desee tomar una copa o algún finger food.

De la planta 23 suben unas estrechas escaleras -emulando las de los barcos- hacia el piso 24, donde nos encontramos con el restaurante Marea Alta (en el 25 se encuentra la cocina). Esta subida se podría entender perfectamente como un Stairway to heaven gracias al increíble diseño del espacio -adaptado a la estructura hexagonal de la cima de la Torre Colón y totalmente acristalado- que permite hacer un recorrido completo de 360º. A esto, hay que sumarle una cuidada y acertada estética marinera, modernizada, minimalista y con aires industriales, donde cada detalle aporta un especial granito de arena a la experiencia. Por ejemplo, la preciosa vajilla de peces de Bordallo Pinheiro o la indumentaria de los camareros en plan pescadores. Con semejante entorno, la predisposición para meterse de lleno en su singular propuesta culinaria, es excelente.

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Degustar un rodaballo al estilo Guetaria. Sin florituras, ni engaños; la pieza entera aliñada y cocinada a la brasa

Y decimos singular, porque la propuesta del Marea Alta busca camelarnos ofreciendo pescados y mariscos de extrema calidad, pero elaborados con las recetas autóctonas, de allí de donde proceden. Realmente no hay muchos restaurantes en Barcelona donde por ejemplo, degustar un rodaballo al estilo Guetaria. Léase: sin tapujos, ni florituras, ni engaños; la pieza entera aliñada y cocinada a la brasa, donde poder comerte todo y dejar solo la espina. Un manjar. Recomendable también, dejarse querer con el extremado sabor de la merluza y la palometa roda del Puerto de Cudillero en Asturias. Tampoco se deben pasar por alto los mariscos y crustáceos traídos directamente de las lonjas gallegas de Vigo y A Coruña. O sumergirse en el Mediterráneo a través del cabracho de Cap Roig, el rubio y las espardeñas del litoral catalán o las soberbias gambas de Palamós. Un recorrido por las delicias que nos dan los océanos y mares peninsulares -Atlántico, Cantábrico y Mediterráneo- en un enclave ensoñador.

Los precios varían a diario dependiendo de lo que suceda en las Lonjas. No obstante, hablando de este tipo de manjares, no esperemos una cuenta menor de 50€ por persona.

 

Detalles




  • Dirección: Av. de les Drassanes, 6-8. Edificio Colón, planta 24, Barcelona
  • Horario: M-S 13:00 a 16:00h - 19:00 a 23:00h | Marea Baja abierto todos los días a partir de las 12:00h.
  • Teléfono: (+34) 93 631 35 90
  • Tipo: Restaurante
  • Web: http://restaurantemareaalta.com/