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Bru Romero

En un momento en el que gastronómicamente se le da más importancia al continente que al contenido, La Vaquería Montañesa supone una rareza en el panorama del yantar en un lugar rebonito. Dominan como pocos ese fino equilibrio entre una materia prima de primerísima calidad y una decoración lo suficientemente sofisticada como para que comencemos a educar a la vista, porque el paladar ya se supone que queda más que saciado. ¿Curiosidad? Vente, tenemos mesa reservada.

Su fervor por lo auténtico permite que en La Vaquería Montañesa se apueste por el cultivo artesanal, el producto ecológico de temporada (finca La Traílla) y los planes agradables que gusta repetir

Localizado en el barrio de Salamanca, el hostelero Carlos Zamora trae consigo lo mejor de de los sabores típicos navarros para deleitar al personal. Una auténtica (y antigua) vaquería, punto de encuentro de aquellos que buscaban comer bien y que, aún hoy, siguen valorando las recetas de siempre, la tradición por encima de cualquier tipo de modernidad y el costumbrismo galdosiano a la hora de disfrutar sentado a la mesa.

Un local tocado por la varita mágica de los fotógrafos Pablo Zamora y María Gorbeña que, unidos a la arquitecta Merche Sebrango, se encargan de volver a dotar de alma a La Vaquería Montañesa que vuelve a brillar con fuerza como hace décadas cuando los Montañeses originarios de los valles cántabros establecían sus coordenadas entre el ensanche nuevo de Chamberí y el barrio de Salamanca.

De este modo, entre mesitas de STUA o Ilmari Tapiovaara, sillas de Ton, vajilla francesa Jars, cubertería de Liberty, servilletas de una fábrica en Alcoy y espejos de los cincuenta que diseñó Jacques Adnet para Hermés, comenzamos a hincarle el diente a rabas de Santander crujientes y con salsita madrileña para untar, croquetas de nécoras, anchoas de Laredo, ensaladilla de primavera madrileña con salmón, huevos fritos con morcilla de Burgos, penne rigate al estilo de los bouchons lioneses, risotto de la montaña veneciana, panaché de verduras ecológicas, caviar de Tudela, cabracho o lomitos de rape, Rub Eye de ternera eco, pechuga de pollo también ecológica, magret de pato ‘Rossini’, taquitos de solomillo a la sartén. Y todo ello, bien regado por vinos que aspiran a robarte el corazón como su Traslanzas o Cuzcurrita. Una experiencia impecable para paladares lo suficientemente exquisitos como para exprimir, como Baco manda, el barrio.

Detalles




  • Dirección: c/Blanca de Navarra, 8
  • Horario: D-J: 13h a 17h y 20h a 01h y V-S: 13h a 17h y 20h a 02h
  • Teléfono: 911 38 71 06
  • Tipo: Restaurante
  • Web: https://lavaqueriamontanesa.es/