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Ariana Díaz Celma

Como su nombre indica, lo más importante en este restaurante es su parrilla y todo lo que se cocina en sus brasas. En pleno barrio de las letras, La Parrilla del Mago es una buena opción para disfrutar de carne de calidad entre amigos en un ambiente informal.

Pequeño y con una divertida decoración, el local es muy vistoso gracias a las viñetas de vacas que estampan el lugar, además de otras cabezas de vacuno de cartón y los palés de madera que se pueden observar en la pared. En el comedor sólo hay mobiliario reciclado, a base de mesas y sillas, así como bancos corridos de madera.

El jefe de la parrilla es el argentino Luca Rodríguez, que cocina al gusto del cliente carne de primera calidad. Puedes encontrar, por ejemplo, una variedad de vaca exquisita, llamada Roxa y que procede de los montes de Somiedo. Pero vayamos por partes. Para empezar a abrir boca, recomendamos las empanadillas criollas o las alcachofas en flor a la parrilla. Para continuar, está el clásico chuletón, las costillitas de lechal o un sabroso pollo braseado y macerado con especies durante una semana, para que esté jugoso de verdad. Fuera de la parrilla destaca el escalope a la milanesa o el cochifrito de cordero lechal. Aquellos a los que la carne roja no les haga  mucha gracia, pueden pedir el pescado del día a la parrilla. Y si todavía quieres más, la panna cotta o el tiramisú de mango son la opción perfecta para el dulce final de un manjar abundante.

Darte un festival carnívoro te costará en torno a los 35 euros, todo incluido. Así que, si estás de paseo por el centro y te entra hambre, no lo dudes, La Parrilla del Mago no te defraudará. 

Detalles




  • Dirección: C/ San Agustín, 13