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Bru Romero

Salir a comer o cenar con amigos o familia es algo que nos sigue apeteciendo, por mucha pesadilla del COVID-19 que pretenda adueñarse de nosotros. Aunque debemos mantener a rajatabla las medidas sociales y de higiene que se nos han pedido, no queremos renegar de planazos de exterior por esas terrazas madrileñas que nos están llamando a gritos. Una de ellas es la del Mercado de San Antón, que está deseando reencontrarse contigo porque te ha echado mucho de menos. F: Cortesía de Mercado de San Antón

La Cocina de San Antón se convierte un año más en un oasis en medio de la locura, un remanso de paz para los que quieren comer bien y olvidarse del calor

Chueca no pierde fuelle ni tampoco ese espíritu festivo que tanto le caracteriza. Por ello, entendemos que el mercado del barrio haya inaugurado con muchas ganas su maravillosa azotea, la estupenda terraza de La Cocina de San Antón, que un verano más vuelve a convertirse en el place to be absoluto. Eso sí: desinfección mediante ozono, personal con mascarillas, geles hidroalcohólicos en mesas y barras, cartas plastificadas o en código QR y distancia de 2 metros entre mesas son solo algunas de las medidas que en la terraza de La Cocina de San Antón se siguen rigurosamente.

Así, el grupo Osborne vuelve a la carga más gastronómica con una de sus joyas de la corona en la capital, el punto de encuentro de los más modernitos foodies, a los que no les molan nada (de nada) los lugares encorsetados. De ahí que La Cocina de San Antón se convierta, un año más, en un oasis en medio de la locura, un remanso de paz para los que quieren comer bien y olvidarse, por un rato, del calor infernal que hace fuera.

Un espacio donde poder disfrutar desde su estupenda ensaladilla rusa a sus variadas ensaladas, crujientes torreznos, tiras de pollo empanado con salsa de mostaza y miel, raciones de jamón recién cortado o suculentas hamburguesas no aptas para aquellos con poco apetito. ¿Y de beber? Nada mejor que cualquiera de sus sorbetes de frutas o cócteles para completar esta experiencia a la fresca.

Si esto te parece poco, pregunta por su servicio delivery o take away (a través de Deliveroo) con los que poder disfrutar de su cocina en tu propia casa. ¿Algo más que añadir? Nada, que te relajes, que te lo has ganado.

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