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Ariana Díaz Celma

La alta cocina del restaurante La Briciola nos ha conquistado. Sí, ha conseguido dejar sellado en nuestra memoria y paladar el sabor de las auténticas recetas italianas y eso es buena señal. Sus distintos restaurantes nos acercan a los sabores tradicionales con un punto de cocina de autor. Obviamente, vienen capitaneados por la mano de chefs que nos traen lo mejor de sus orígenes: el Véneto, el Piamonte y la isla de Cerdeña. El cuidado por la materia prima es esencial, así como la renovación de la carta de forma mensual, para así disfrutar de los mejores productos de temporada, como es el caso de la exquisita trufa blanca de Alba o el Boletus de Piamonte.

La decoración de sus restaurantes destaca por su elegancia y el tributo que rinde al cineasta Fellini, con fotografías de gran formato que nos recuerdan sus grandes películas. Pero pasemos a la mesa, que es lo que ahora mismo nos incumbe. Lo mejor es que empieces con un auténtico aperitivo italiano a base de Spritz en tu copa y un poco de mortadela en tu plato. Para continuar, prepárate para degustar la lasaña de pasta integral con pato confitado al tomate; así como las alcachofas estofadas a la Trevisana con fondue de queso Taleggio; el carpaccio de ciervo ahumado al roble y castaño; los tagliolini frescos al ragú de pato, chalota y cerveza; los canelones con queso Taleggio y trufa negra o el jabalí estofado con polenta a la plancha. Para rematar, lo mejor es marcarse un clásico tiramisú, un chupito de grappa artesanal y un café expreso. Para que la experiencia gastronómica sea completa, también hacen unos menús degustación que van variando. Es imprescindible maridar el manjar con un buen vino italiano. Pregunta al camarero y déjate aconsejar. Comer o cenar te costará alrededor de 35 euros.

La Briciola es el equivalente a saborear un pedacito de Italia en estado puro. ¡Fabuloso! 

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  • Dirección: C/ Ríos Rosas, 38 Madrid