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Bru Romero

Que los 80 nos gustan es algo que no podemos negar. Desde que se volvieron a poner de moda, parece que la década nos ha calado hondo y no queremos que nos abandone nunca. No es que seamos unos apasionados de lo vintage o de “aquello que se llevaba”, sino que hemos hecho tan nuestra los años de la Movida que hemos sido abducidos por ella y no queremos que nadie nos exorcice, ni en nombre de San Rock-ola que a todos nos cuida.

Una vuelta a esa época de liberación, summum de la modernidad extrema, donde se asentaron unas bases que hoy, para pena y tristeza de muchos, parecen olvidadas y relegadas al tabú más lapidario. Un tiempo que dejó en el camino miles de anécdotas, historias de barra y garitos míticos rebosantes de desenfreno, algunos de los cuales hoy apagaron su letrero.

No es el caso de La Bobia, uno de los referentes de aquella época, parada obligatoria de todo punki que de after se dejaba caer por La Latina para rememorar lo mejor de su noche almodovariana. Precisamente será Almodóvar lo que le venga a la cabeza al cinéfilo más pro y es que el director manchego elevó el local a los altares más kitsch por ser uno de los escenarios de Laberinto de Pasiones, una de sus cintas más cañeras.

Si hace más de 30 años, La Bobia era un bareto de barrio con regusto y paladeo cosmopolita, hoy resurge como neotaberna de cocina asturiana y sidra escanciada al instante

Un local del que solo han recuperado el nombre y el color menta de las sillas de la terraza, pero que merece la pena volver a visitar solo por el gustazo de probar su cocina 100% astur que con tanta atención a las tradiciones pone el propietario del local: la enseña Puxa AsturiesCroquetas de cabrales, cecina o chipirones en su tinta, cachopos que quitan el sentido, fabes y morcillas entre las tapas y raciones que rebosan alegría sobre la mesa, nadan entre tragos y tragos de sidra natural y se fusionan con otros platos menos locales como el sabroso sándwich cubano o la quesadilla de pitu con hongos. Eso sin olvidar una sobremesa con bien de licor de orujo o sidra, made in Cangas de Onís, y que tanto gusta a ese personal que pasea por La Latina y tiene corazoncito ochentero.

Detalles




  • Dirección: c/San Millán, 3
  • Horario: D-J: 12,30 a 00,00h y V-S: 12,30 a 01,30h
  • Tipo: Restaurante