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Bru Romero

Dejando a un lado las ricas carnes del norte, los pescados del sur, los arroces del litoral y los buenos pucheros del centro, los encurtidos son otra de las especialidades de esta España a la que le gusta mucho el vinagre, la sal y una cervecita bien fresquita para acompañar. De ahí que respondamos con gusto a la llamada de estos alimentos marinados, que nos han acompañado desde que éramos unos enanos y que ahora vuelven a situarse en primera línea de tiro para los más foodies del lugar, que no pueden resistirse a su irresistible poder de convicción. ¿Nos pasamos por Hermanos Vinagre? Sin dudarlo. F: Cortesía de Hermanos Vinagre

Si eres de los que para abrir el apetito necesita un buen aperitivo, Hermanos Vinagre tiene (sin duda) todo lo necesario para que tus papilas gustativas se pongan a funcionar

Y es que en el 58 de la calle Narváez nos hemos topado con un bar de lo más castizo que, sustituyendo a una mantequería de esas que hicieron las delicias de nuestros abuelos, se ha puesto como objetivo alegrarnos los días y revolucionar la hora del aperitivo.

El sueño hecho realidad del chef y empresario Enrique Valentí que, saboreando aún el éxito de Marea Alta y Baroz en Barcelona, apuesta por la elaboración propia de una selección de conservas y encurtidos de una calidad suprema, situando a su hermano Carlos al frente de semejante lugar de excepción. Una manera de lo más contemporánea de darle una vuelta de tuerca a esos escabeches y ahumados de los que siempre se ha enorgullecido nuestra gastronomía y que en Hermanos Vinagre encuentran su mejor marco.

Un negocio de barra de acero inoxidable, taburetes de madera y suelo de teselas (el estudio de Cristina Carullo está detrás) que acompañan al gran panel donde se cantan sus 15 productos fijos y los añadidos según el mercado. Tapas, raciones y alguna que otra sorpresa de lo más kitsch apta para paladares exquisitos o para aquellos que comienzan a educar la boquita y que no dudan en hacer de gildas, mejillones en escabeche o berberechos y boquerones en vinagre sus aliados para hacer hambre y brindar sin freno. Una propuesta que en ningún caso decae gracias, también, a su atún fresco, bacalao ahumado o pulpo en formato banderilla, a unas anchoas del Cantábrico que hablan por sí solas sobre una tosta de mantequilla y a un matrimonio (boquerón y anchoa) al que es muy difícil separar.

¿Algo más? Pues sí, porque si pensabas que ya lo habías probado todo, deberías saber que no puedes escaparte de Hermanos Vinagre sin haberte pedido su ensaladilla rusa (servida en una muñeca rusa), los muslitos de perdiz o foie mi-cuit en escabeche o su mojama salida de un atún más fresco que un invierno en la estepa rusa. Completamos la experiencia con un vermú artesano casero, cócteles clásicos, cervezas bien tiradas o sus suspiros, que no son otra cosa que medias copas para empaparlo bien todo. ¡Cómo nos vamos a negar! ¡Qué perdición!

Detalles




  • Dirección: C/ de Narváez, 58
  • Horario: L-D: de 13:00h a 23:00h
  • Teléfono: 915 39 11 69
  • Tipo: Bar-cafetería
  • Web: http://hermanosvinagre.com/