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Bru Romero

Que sí, que en Madrid somos muy chulos, muy chulapos y muy cañís pero eso es algo que enriquece nuestra propia idiosincrasia y que llega a teñir hasta nuestros gustos en la cocina. Una cocina decidida que sigue bailando a ritmo de chotis y que se siente orgullosa de un atrevimiento y un salero que ni el resto de europeos, incluso de americanos. Y si no, solo hace falta que te pases por el Gran Clavel y que te dejas llevar por el embrujo de lo castizo al más alto nivel.

Situado en el hotel Iberostar Las Letras y con el chef Rafael Cordón al frente del cotarro, Gran Clavel hace honor a la impecable calidad del buen producto madrileño. Una materia prima de la que no se escatima a la hora de crear platos con los que no solo alimentar el estómago sino el alma y el corazón y que siguen manteniendo/guardando esa esencia de nuestros antepasados que nos regalaron su buen hacer entre fogones.

Un restaurante que también hace las veces de bar de vinos y vermutería (al gusto del momento) que entra por los ojos por su bella decoración y donde las sobremesas se alargan hasta el cuerpo nos pida (o nos echen).

Vermutería, bar de vinos y casa de comidas… what else?

Cocina al límite de la tradición, unos camareros de lo más simpáticos y unos platos por todos conocidos pero que siguen sorprendiendo por su sabor. ¡Qué sabor!

¿Y qué comemos? Crema castellana con jamón ibérico y picatostes, almejas a la marinera, conejo y verduras en escabeche, cóctel de txangurro con salsa rosa tradicional, puerros a la brasa con parmesano y chantarellas, alcachofas con navajas y jamón ibérico, mollejas de ternera con caldo de capón, rabo de toro estofado, cocochas de bacalao en salsa verde, arroz de paloma torcaz, callos con garbanzos y no te decimos más porque seguramente estés ya salivando. Reserva y disfruta.

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