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Ariana Díaz Celma

He aquí el verano y la ingesta masiva de helados. A falta de establecimientos míticos -no hay más cera que la que arde, se comenta-, proponemos una vuelta de tuerca divertida a la calurosa experiencia de comer cucuruchos: Eyescream & Friends, un invento recién importado de Taiwán que está revolucionado el sector heladero de la ciudad. Joad López, la media naranja laboral de Federico Mendoza en este negocio, estudió un MBA en el país asiático, donde descubrió el Gelato Frozen, un helado congelado a -25º en cubos cilíndricos, que después se colocan en una máquina especial que lo despedaza en láminas. El resultado final es una textura suave y sedosa que se completa dando forma de monstruo al producto gracias a su packaging final, tal y como podemos ver sobre estas líneas. 

Los sabores de estos eyescream -nombre que hace referencia a los ojos que todos y cada uno de ellos tienen- inluyen cheesecake, vainilla, chocolate, yogurt, yogurt de frutos del bosque, fresa y mango. La presentación se redondea con dos toppings a escoger, que darán color y personalidad al monstruo en cuestión. Éstos contemplan opciones tan golosas como el chocolate, la leche condensada, el dulce de leche, fruta de la pasión, fresa, mango, kiwi o melón. Además, también cuentan con sorbetes para aquellos que son intolerantes a la lactosa. El menú te deja escoger entre el de fresa, mango o sandía. 

El resultado es una caja como la que aparece en la foto, que puede cambiar de color y forma dependiendo del sabor y los toppings que hayas escogido. Además de buenos, estos helados nos parecen una alternativa tronchante al clásico cucurucho, por no hablar de los Frigo de turno. Un total win a unos metros de la playa.

Detalles




  • Dirección: Paseo Joan de Borbó, 30 Barcelona