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Ariana Díaz Celma

Todavía nos nos habíamos recuperado del Primavera Sound, y ya estaba Sónar 2014 acechando implacable. El Advanced Music Festival con su hermano mellizo entrando en la madurez y caminando sólo, Sónar+D, nos ha dejado directamente para el retiro espiritual. Mucha información para todos los sentidos, agotadora, sí, pero también impresionante, increíble y altamente interesante. Tanto es así, que necesitaremos unos cuantos días para procesar todo lo que sucedió en esta 21ª edición, la más grandilocuente de todas las vividas. De momento nos lanzamos con nuestros clásicos highlights, los ‘the very best’ que se nos han quedado grabados hasta el fin de los tiempos, y lo que la cámara ha querido registrar para los anales de la historia. Viva la euforia colectiva innovadora y los back to the future a los que nos trasladan todos los mediados de junio en Barcelona.

– La mítica barbacoa de RBMA el miércoles del Sónar y Marco Passarani de Tiger&Woods pinchando para exactamente 10 personas.

– Impecables, mágicos y combativos Massive Attack. No fallan y a nadie se le olvidará lo de: Felipe VI Abdica.

– La tormenta tropical que cayó durante Tiga. Bailando bajo la lluvia en estado puro y Tiga partiéndose.

– De mayor quiero ser como Neneh Cherry. Energía y fuerza.

– ¡La sesión de Kid Koala en sábado nos dejó muy locos! Además de sus mini mensajes en catalán. Grande.

– Oficialmente queremos pedirle matrimonio a Nills Frahm.

– Las seis horas diarias que 2manydjs y James Murphy se cascaron durante tres días en Despacio, el cruce perfecto entre Studio 54 y Paradise Garage. Queremos que vuelva para quedarse.

– El final mítico del Sónar de día del viernes con Theo Parrish y su sesión de house finísimo y negro a matar, con bajos gordos y final reggae. Yes, you jarl, Theo.

– Otro final mítico de Sónar de día, esta vez en sábado y a cargo de Dj Harvey. Este inglés que convertido en surfero californiano lo parte cada vez que sube al escenario. Y su final disco más aún.

– Nile Rodgers feat Chic porque sólo se encargó de tocar los mejores temas de la banda y se dedicó a hacer covers festivaleras el resto del tiempo. Let’s get cheesy for once in a lifetime.

– La puesta en escena sobria y elegante, y el estilazo de Lykke Li nos han enamorado, la followeamos a donde quiera.

– Las birras gratis de la zona de prensa de 20 a 21. Gracias.

– Un aburrido Plastikman con unas visuales rollo Miró que, como que no nos acabaron de cuajar.

– James Murphy fue dios por una noche.

– Conciertazo épico de dos horas de Royksopp & Robyn.

– Downliners Sekt y su elegante directo. Si alguien se pregunta por qué son un grupo de culto en el festival tuvieron respuesta.

– Four Tet petándolo el viernes noche. Después de llegar tan alto sólo se podía volver a casa y esperar que el sábado terminara igual de épico.

– Caribou mejorando su primer disco con una segunda obra maestra y un directo a la altura.

– Dan de Caribou en un b2b con James Holden reventando los bajos del SónarLab. Si a alguien le queda un pedazo de alma tras tal bacanal sonora, significa que es inmortal.

– Moderat. Amén.

– El altavoz destrozado en 2ManyDjs. A la rica fritura.

– Concer a Dengue Dengue Dengue face to face. ¡Viva Lima!

– La sudada descomunal en el concierto de Buraka Sound System. Han conseguido que recuperemos la pasión por el baile.

– El live de Woodkid cargado de epicidad. Y su mitiquísimo final.

– La gente, los looks, los freaks, el buen rollo y la locura generalizada.

– Lo absolutamente bien organizado que está todo. Ojo Primavera Sound que el Sónar se ha puesto mucho las pilas.

– El sonido este año fue muy heavy.

– La conferencia de Playmoss en Sónar+D. Eran las cuatro de la tarde y puede que ya estuviéramos algo cansados, pero valió la pensa pasarse. Éxito rotundo.

Lo peor: que esta edición de Sónar no tuviera ningún nombre digno de cerrar el festival. Los 20 años de Laurent Garnier van a ser difíciles de superar.