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Alejandra Chacón de Azúa

Aficionado al dibujo desde pequeño, Tor Brandt se ha creado su propio mundo del cómic, donde sus personajes pasean por espacios casi vacíos. Como toda carrera de artistas, su vida ha sido una montaña rusa, y después de haber dejado su pasión durante un tiempo, ahora llega con más fuerza que nunca. Con todo, este artista nos ha dejado boquiabiertos con sus auténticas viñetas minimalistas.

De colores pastel, sus ilustraciones son de gran simplicidad gráfica, con líneas muy marcadas y formas sólidas

De colores pastel, sus ilustraciones son de gran simplicidad gráfica, con líneas muy marcadas y formas sólidas, que de vez en cuando, se combinan con personajes muy básicos. El resultado es una ilustración minimalista, donde reina el vacío y la ausencia de objetos. Unas ilustraciones que nos recuerdan la soledad y tranquilidad del desierto, donde estás a solas con las montañas y el sol. Según comenta para la revista It’s Nice That: «me gusta trabajar con lo mínimo, hacerlo todo muy simple,  y no poner ‘chicha’ innecesaria», algo que asegura, debería considerar hacer consigo mismo, ya que «su mente es un completo desastre».

Después de haber estudiado Filosofia, Tor Brandt decidió volver a las andadas con el dibujo, y empezó a inspirarse cada vez más en las viñetas de cómics indie y underground. Gracias a su interés en esta industria, ha conseguido hacerse un hueco, y ha empezado a publicar sus dibujos con el estudio Colorama, en Berlín, quienes le han dado la oportunidad de mostrar su técnica y estilo. Sin embargo, Brandt no puede quedarse quieto, y siguiendo su sueño, actualmente está trabajando en un cómic autoeditado, combinando sus ilustraciones y texto de la mano del joven escritor Michael Kleine.

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