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¡Psst! ¿Tienes hambre? Pues Lazy Mom ha preparado un menú muy especial para ti: el patriarcado está servido y ya es hora de hincarle el diente. Tal es la propuesta de Eat the Patriarchy, el nuevo proyecto de Josie Keefe y Phyllis Ma, un dúo de artistas contemporáneas de Nueva York que se dedican a convertir la comida en arte y, ahora, el arte en arma política.

Más allá de la sublevación de la mujer, también es una férrea denuncia al estilo de comida americano

Echamos una generosa cantidad de humor, lo sazonamos con caos, añadimos una pizca de pura absurdidad y, ¡voilà! tenemos la antítesis al papel de madre y perfecta ama de casa impuesto por la sociedad.

«Una Lazy Mom no se contenta con alimentar a su familia, y si lo hace, lo hará a su manera, dándole la vuelta al rol y tomando el control» dice Ma en una entrevista para This is Mold. ¡Y es que para hacer una tortilla se han de romper unos cuantos huevos!

El proyecto, lanzado en enero de este año, consiste en una selección de fotografías y vídeos que no dejarán a nadie indiferente con su simplicidad, su colorido y ese toque de provocativa controversia. Un montón de salchichas trinchadas (o mejor dicho, castradas), montañas de huevos aplastados y cáscaras rotas por doquier. Sí, evoca exactamente a lo que estás pensando. Pero Keefe y Ma no se detienen ahí. Más allá de la sublevación de la mujer, harta de llevar una cocina impoluta, Eat the Patriarchy también es una férrea denuncia al estilo de comida americano, basado en platos precocinados y alimentos procesados con muy pocos nutrientes.

A través de esta performance, las artistas fundadoras de Lazy Mom muestran cómo la producción alimentaria va de la mano con el papel de la mujer como eterna cuidadora y dócil esclava doméstica. La imagen de la idealizada y deliciosa comida casera no tiene cabida en la Era Trumpiana, donde los derechos de las mujeres siguen amenazados y sus libertades encorsetadas por el reinado del perrito caliente.

Además de ser un grito de atención, el provocativo proyecto dará soporte a la causa entregando todo beneficio económico (1000$) a la organización benéfica Henry Street Settlement, dedicada a ofrecer varios servicios sociales, entre los cuales destaca el ser un centro de acogida para mujeres. Lo subversivo es el plato principal. Como acompañantes, tenemos una buena ración de comicidad y creatividad, la esencia de un arte que busca no tan solo sorprendernos y dibujar una sonrisa incrédula, sino también hacernos reflexionar sobre nuestra propia realidad social. ¿Es eso plato de buen gusto para ti?

Bon appétit!

Si te has quedado con hambre no te olvides de pasarte por la web de Lazy Mom, y como postre no te pierdas este trabajo de Jessica Dance.