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Cuando Las Odio lanzaron a mediados de diciembre ‘Lo quiero todo’, el que sería el adelanto de Autoficción (editado entre Las Odio y Desvelo) y pista inaugural del disco, automáticamente pensamos en marzo, mes de huelgas y revueltas. Momento que las madrileñas han escogido, apuesto, no de forma casual. Y es que, más que un mero neologismo,  el segundo tramo de la banda es una verdadera declaración de intenciones.

El cuarteto madrileño nos adentran a los claroscuros de nuestra generación con un trabajo contundente y feminista

Estas riot no ven ninguna razón para desviarse de su fórmula exitosa. Autoficción no se aleja en demasía a sus trabajo anterior Futuras esposas (Autoeditado, 2017), y continúa evocando con acierto sus referencias que transitan entre las influencias de artistas de los años 60 como The Ventures o Shirelles o del post punk británico, que encarnarían Talking Heads o las Slits. Este mapa sonoro es tan solo un mero aperitivo del álbum que Paula, Sonsoles, Ágata y Alicia han lanzado esta mañana. En su nueva propuesta quedan al trasluz estilos como el garage, la psicodelia y el surf rock; manteniéndose fresca la esencia que nos cautivaría en su álbum debut, con un trabajo instrumental impecable y la siempre ácida lírica de Paula JJ.


Por Yolavi.

El disco, producido por Pablo Peña y Darío del Moral de Fiera (catártico spin off de los Pony Bravo) en los estudios sevillanos de La Mina, transcurre en 26 minutos del disco en los que suceden diez canciones y una más, el bonus track ‘Regalo de Reyes’, producido por las propias Las Odio y compuesta recientemente en los estudios Reno de Madrid, donde tuviera lugar la producción de Futuras Esposas. 

Qué mejor pistoletazo de salida que el ya (re)conocido en las ondas patrias Lo quiero todo’, que podría enlazarse con ‘Impresora 3D’, en la que el lenguaje de JJ me recuerda a los del trap en su pretensión manifesta de opulencia y lujo insertos en sus letras: «Billetes de 500 y un duplex en el centro/ y muebles de diseño// Billetes de 500 y un duplex en el centro/ amigos muy modernos/ y un hijo de diseño». El cuarteto saca, asimismo, su garra en ‘Fieras’, en la que se ve un estilo rockero más denso y contundente. También en ‘¡Las Odio!’, en el que el bajo de Sonsoles te recordarán a las Slits y se apela al machirulo hater  (apuesto a que os vienen unos cuantos a la cabeza) que pretende hacer la vida imposible a toda mujer o sujeto disidente que realice proyectos artísticos. Se erige sublime uno de mis favoritos del álbum junto a ‘Ansiedad’, me refiero al tropical ‘El Derecho a la Pereza’, que me recuerda al mítico ensayo de Paul Lafargue: «Vale más morir tumbada, que morir arrodillada», sentencia JJ.

Buena oda al hedonismo para un fin de semana que recién comienza.