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Sophie Calle, la artista inclasificable francesa pionera en la utilización explícita de lo vivido como materia prima de la creación, estrena la muestra Dead End, que podrá verse hasta el 15 de agosto en Château la Coste, Francia. Una nueva oportunidad para acercarnos a esta artista que basa su trabajo en su propia intimidad, mostrando al espectador una ínfima parte de su cotidianidad.

En Dead End, nos pide que revelemos nuestros secretos más profundos y oscuros y los enterremos en una tumba que se aloja en un bosque provenzal

El trabajo de Calle siempre ha estado ligado a la muerte, sin embargo ella matiza;  “Más que de la muerte, diría que he hablado de la ausencia, de la pérdida, de la carencia”. Un hombre que se marcha. Un cuadro que desaparece. Personas ciegas que nunca han visto el mar. Esas son sus imágenes.

En Dead End, nos pide que revelemos nuestros secretos más profundos y oscuros y los enterremos en una tumba que se aloja en un bosque provenzal. Se trata de una exposición que debe su nombre a una pieza que funciona precisamente como una instalación. Una tumba en la que Calle invita a los visitantes  a volcar sus secretos a través de una ranura tipo buzón. Esta no es su primera tumba, las ha expuesto previamente en Nueva York o en Roma, mostrándose junto con su serie dedicada a libros, sus fotografías en blanco y negro de lápidas, y la serie, Douleur Exquise.

Entre las obras que pueden verse en la muestra está La Girafe, una jirafa disecada que compró cuando murió su madre, a la que bautizó con su mismo nombre y a la que colgó en su estudio desde el que Monique la mira con tristeza e ironía.

Sophie Calle, La Girafe, 2012© Sophie Calle / ADAGP Paris, 2018, Courtesy Perroti

Sophie Calle, My mother, my cat, my father, 2017© Sophie Calle / ADAGP Paris, 2018, Photography by Claire Dorn, Courtesy Perrotin

Otra de las obras que podemos ver es My mother, my cat, my father, in that order, 2017. En esta obra cuenta la historia de la muerte de sus padres, ambos murieron con tres meses de diferencia. Tres meses: tiempo para los últimos gestos de amor, tiempo para convertirse en huérfano. Una semana antes de su muerte, la madre se negó a ver a un visitante arrojando la frase siguiente: «¡Dile que estoy muerta!». El martes anterior a su muerte, el padre se quejó: «Me gustaría ir a ese nuevo lugar. Estamos perdiendo el tiempo. ¡Fijemos una fecha, no lo sigamos posponiendo! »

Murieron justo a tiempo, ambos: vivos hasta el final.