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Ariana Díaz Celma

Hace ya tiempo que Chrysta Bell forma parte del top de musas de David Lynch. Lejos de ser una nueva Isabella Rossellini, lo suyo es la música, una de las facetas que el director ha explotado más en los últimos años. Su flechazo empezó cuando engendraron ‘Polish Poem’, el tema central de la abstracta Inland Empire y ha seguido más de una década hasta el día de hoy. El año pasado publicó The Train, un disco en el que se encuentra dicho corte y diez más, entre los que se encuentra  ‘Right Down To You’, que significó el inicio de la relación artística con el cineasta. El resultado es sensual a la vez que denso y nos acerca al dream pop, las atmósferas enrarecidas propias de Twin Peaks y el morbo a raudales. La señorita Bell nos visitará el próximo marzo, mientras, os dejamos una entrevista que le hemos hecho en good2b. Adorable es poco.

En tu carta de presentación siempre se te relaciona con David Lynch, pues el te ha proclamado su musa. ¿Cómo empieza la colaboración con un genio como él?

Le conocí hará 13 años en circunstancias bastante poco usuales. Podemos decir que estaba en el lugar correcto en el momento idóneo. Yo estaba en la oficina de mi agente, Brian Loucks, que a la vez también trabajaba con David. Él estaba buscando colaboradores y, la verdad, cuando fui al meeting no tenía ni idea de que le había hablado de mí. Tenía la intuición de que nos llevaríamos bien y arregló el encuentro. Tres semanas más tarde yo estaba en casa y de repente David llamó a mi puerta.

¿Cómo se siente alguien cuando llaman a tu puerta y de repente aparece David Lynch?

Cuando le conocí era muy joven, ni tan siquiera había visto muchas de sus pelis. Pero sí me encantaba Twin Peaks y la música de la serie. A él le veía como un personaje de ficción, era como un icono intocable para mí, así que era todo reto. A pesar de mis nervios, él fue muy cercano. Cuando abrí la puerta dijo: «Bunas Chrysta Bell» y me abrazó. Que me llamara por mi nombre me hizo sentir muy bien. Él es consciente de cómo se siente la gente cuando él está cerca y hace lo posible por ser considerado.  Además, es un gran conversador y es muy divertido.

¿Cómo fe vuestro primer contacto con la música? Tuvimos mucha química haciendo música desde el primer momento. No obstante, sigo desarrollando partes de mi cerebro para entenderle porque es un auténtico genio.

¿Crees que vio en ti una nueva Julee Cruise?

No al 100%. Hay ciertas similitudes, como el hecho de que tenía letras y canciones para ella, como las tiene para mí. Pero creo que el proceso es algo distinto. En su caso siempre trabajaban Julee, David y Angelo Badalamenti como trío. En cambio, en mi caso sólo trabajamos David y yo, Angelo no participa en el proceso compositivo.

¿Quizás estás más cerca de Jocelyn Montgomery?

También siento un gran respeto hacia ella y Lux Vivens, el disco que hicieron juntos. Vi un documental sobre cómo se hizo y veo algunas similitudes con lo que hacemos David y yo ahora. Así que podría decir que yo estoy en algún punto medio entre Julee y Jocelyn. De todos modos, aunque no me sienta identificada al 100% con ninguna de ellas, me hace feliz estar conectada a estas artistas. Nuestra música es distinta pero parecida, como los primos.

Describe ahora tu proceso creativo.

Es el mismo desde el primer día que trabajamos juntos. Entonces David tocó una canción que había creado para mí. Entonces me preguntó si me gustaba y, obvio, le dije que me pegaba muchísimo. El próximo paso consiste en que él escribe la letra o palabras sueltas, nos sentamos juntos y decimos cómo nos hace sentir el conjunto: si es crudo, erótico, amoroso… Jugamos con los adjetivos. Es un proceso abstracto pero funciona. Básicamente mi papel es interactuar y buscar la melodía, que tiene que capturar la sensación que queremos transmtir y ser harmónico. Es como si masajeara una posibilidad de estructura.

¿Es un proceso largo?

Depende. Él es como un encantador de serpientes y yo me dejo llevar. A veces tenemos un tema en media hora, a veces en siete años.

En breve estarás aquí de gira. ¿Qué podemos esperar de tu concierto?

He estado muchas veces en el otro lado del Atlántico y siempre intento ofrecer un show distinto. Además, como banda estamos algo desperdigados, el teclista vive en Inglaterra, el batería y guitarra en Texas y yo en California, así que cuando estamos juntos tocamos muchísimas horas. Intento que el concierto siempre sea inesperado porque eso es lo que yo quiero cuando voy a un show. Siempre me da miedo probar algo nuevo, porque juegas con los dos polos: puede ser humillante o una experiencia teletransportadora. Espero que sea lo segundo.

¿Dónde quieres llevar a tu público?

Me gusta que mis conciertos o discos no sean sólo entretenimiento, sino que lleven al público a algún lugar raro, inesperado. Quiero que la gente viaje a un lugar inalcanzable, a lugares a los que nunca hayan ido. Nunca son sólo temas melancólicos o sexys, sino que te hacen viajar a otra dimensión, a un estado meditativo al que no has viajado antes.

Tus hotspots favoritos son…

Todo San Francisco en general. Me mudé ahí hace tres años y fue súper excitante, como volver a ver a un antiguo amante. Sobre todo, me encanta el Golden Gate Bridge, cuando lo cruzas en coche es como si volaras sobre la niebla. Y el Bimbo’s 365º, un club con un aire decadente y retro que me flipa. Toqué ahí con una antigua banda hace ya años y hace poco volví en solitario, fue como cerrar un círculo.

No puedes parar de escuchar en modo repeat…

La radio KCIW en streaming.

Prohibirías…

Ser malo con tu propio cuerpo. Si puedes ser bueno contigo mismo, es clave para empezar a ser bueno con los demás. No intentes ser lo que no eres.

Nunca pensabas que terminarías…

Llevando un cementerio natural en Texas. Cuando mi padre murió, me dejó en herencia un cementerio que acababa de crear. De hecho, él fue el primer cliente, pues está ahí enterrado. Es una larga historia. Nosotros ya teníamos algunas tumbas en nuestra propiedad, y decidió incorporar un cementerio como modelo de negocio. Pero no uno al uso, sino uno en el que los cuerpos se entierran de forma natural, en la misma tierra, sin ataúdes ni construcciones de cemento. Sólo carne, huesos y tierra. El polvo al polvo.

Para ti ser good2b es…

Estar vivo.