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Ariana Díaz Celma

A más de uno se nos escapó la lagrimita con el cierre del Céntric, uno de los bares más míticos del Raval. Pues bien, el local arranca ahora alguna que otra alegría, pues reabre sus puertas con un lavado de cara a cargo de la diseñadora Pilar Líbano, que ha sabido mantener la atmósfera y viejo encanto del local, así como su mobiliario de madera y sus paredes de pizarra. Los nostálgicos, pues, podrán sentir aún el espíritu cañí de su antecesor en el aire. La aventura se ha llevado a cabo gracias al Grupo San Telmo, que ha apellidado al local Canalla, pues cuenta con una carta y espíritu muy similares al bar que de mismo nombre en Sarrià. Empezando por su apetitosa carta de platillos, ¿te hace?

Aunque el Cèntric Canalla acaba de empezar sus andanzas, predecimos que será un éxito asegurado, pues sus tapas son más que apetitosas y sus cañas deben ser las mejor tiradas de la zona. Su carta se construye, sobre todo, a base de tapas y platillos. ¿Ejemplos? Su efectiva ensaladilla rusa, la apetitosa ensalada de garbanzos con curry, su miniburger con foie, las alcachofas con butifarra del Perol o la burrata con tomate. Los hambrientos podrán degustar su amplia selección de huevos, que va desde la clásica tortilla de patatas hasta el huevo frito con chanquetes -tan sorprendente como bueno- o los estrellados con aceite de trufa. Una sección de carnes a la brasa, que va desde la hamburguesa ecológica hasta la selecta carne de Nebraska, completa el menú. O casi, pues es de rigor pedir el chocolate con sal y aceite que tan popular se ha hecho con los años en el Canalla de Sarrià y que ha extendido sus bondades hasta el Cèntric del Raval.

La novedad del lugar, que la hay, es la apertura de la sala trasera al público, un espacio que el mismo equipo ha bautizado como El Tigre, perfecto para una cena tranquila o como reservado para grupos. Una mesa comunal preside un espacio con luz tenue y el encanto que finge ser descuidado para mayor comodidad de los clientes. Una auténtica sorpresa que vale la pena visitar, sobre todo si habías estado en el Cèntric años ha.

Por si no conoces la historia del Cèntric, te diremos que está situado junto al Hostal Grau y que el lugar abrió sus puertas por primera vez en 1941, justo después de la Guerra Civil. En la década de los ’50, la señora Grau era la encargada de preparar un vermut casero con ingredientes secretos que se hizo muy popular en el barrio y que convirtió el Cèntric en un bar de referencia en el Raval. Hoy en día han sustituido el mismo por el de una casa amiga, el Morro Fi, lo cual es siempre sinónimo de confianza y buen hacer.

 

Detalles




  • Dirección: c/ Ramelleres 27 Barcelona