By
Bru Romero

Madrid está en pleno desarrollo gastronómico. No hay zona en la capital que no cuente con una serie de restaurantes referencia que hagan las delicias del comensal. Y Nuevos Ministerios no podía quedarse atrás. Ponemos rumbo a una de las torres más reconocidas de la zona, Torre Europa, para perdernos entre sus bajos y disfrutar de Calista… que lista es un rato.

Frente al estadio Santiago Bernabéu y convirtiéndose en una de las coordenadas elegidas tanto por aquellos que van ex profeso como los que necesitan comer en condiciones en su hora para la comida o picar algo al terminar su jornada laboral, Calista es ese local al que se vuelve con mucho gusto. Un restaurante donde su ‘cocina abierta’, a la vista, provoca que al instante nuestro interés se despierte y nuestras papilas gustativas comiencen a hacer su trabajo.

Su propuesta cosmopolita pero no excluyente y una parrilla japones (robata) hacen las delicias del cliente que sabe lo que quiere y, en Calista, lo encuentra

Una Calista que es minimalista y sofisticada y que infunde confianza no solo por una decoración que te hace sentir en paz contigo mismo sino por un servicio y una propuesta gastro basada en la robata (parrilla japo) que no se queda atrás. Un lugar que no peca en pretender convertirse en referente de nada, ni de una exquisitez al paladar que impediría que opciones como las sempiternas bravas o las recurrentes (y necesarias) croquetas hicieran su humilde aparición y que por tanto lo hacen, apuntándose el tanto al marcador.

Platos como su hummus de aguacate con tahini y pico de gallo enchilado, alcachofas fritas con pétalos de sal negra, ensaladilla rusa, rollitos vietnamitas de pato con verduras, gyozas de secreto ibérico y gambón, nuggets de cigala crujientes con mahonesa japonesa, selección de brochetas (yakitori, pollo, verduras y secreto), poke hawaiano de salmón marinado con quinoa y papaya, steak tartar de solomillo de ternera, tortilla de patata y trufa negra alegran sobre la mesa pero no roban protagonismo a las verdaderas especialidades de la casa, es decir, al solomillo de atún, el muslo de pollo, las costillas de ibérico o el pulpo a la robata que permite que su sabor se eleve a la enésima potencia y la textura crujiente de la materia prima nos robe el corazón. ¿Acaso no visitamos a Calista para eso?

Detalles