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Raquel Bueno

Si hay un nombre al que fichar y seguir muy de cerca dentro de la escena creativa de la ciudad de Barcelona, ese es el de Miquel Coulibaly. Lo conocimos en Señor Brown, donde creó una composición única de chocolate líquido en una chocolatería experimental, y poco tiempo más tarde abría la ya célebre Cafeteria Industrial de Poblenou. Ahora nos sorprende con una nueva propuesta, a pocos pasos de su hermana mayor: la Cafetería Botánica. F: Todas las imágenes cortesía de Cafetería Botánica

El trabajo de este pensador multidisciplinar, intrínsecamente experimental y de inspiración japonesa, nace de una admirable capacidad autodidacta y de una mente en constante ebullición. Se traduce en propuestas conceptuales únicas, atrevidas en la medida en que se avanzan a su tiempo y sólidas en cuanto al alto nivel de exigencia que reside detrás. La última, que toma por nombre Cafetería Botánica, se asienta en los bajos del coworking sostenible Apocapoc BCN, una joya arquitectónica escondida en el efervescente barrio barcelonés que cuenta también con un espacio de permacultura de 400 m2 con un bosque comestible, una granja urbana con torres aeropónicas, una cocina industrial vegetariana, un espacio de yoga y un largo etcétera.

Entre sus propuestas culinarias figuran, más allá de la pastelería de vértigo de Coulibaly, onigiri y sándwiches veganos

Abierta hace apenas cuatro meses, la hermana pequeña de la Cafeteria Industrial se encuentra todavía en su etapa inicial. Dado al espacio en el que se aloja, que promueve la práctica de hábitos diarios sostenibles, su oferta gastronómica es vegana en su totalidad, con excepción de la leche de vaca. En consecuencia, ahora casi toda la pastelería de la Cafeteria Industrial es también vegana y ambas cafeterías, a apenas unos minutos a pie de distancia, cuentan cada vez con más herramientas combinables entre ellas.

Entre sus propuestas culinarias figuran, más allá de la pastelería de vértigo de Coulibaly, onigiri y sándwiches como el de proteína de coco con edamame y tomates secos o el de remolacha, mostaza de cacahuete, zanahoria con curry y espinacas encurtidas; ambos por el módico precio de 6,50€. Además, la cafetería también ofrece un menú de mediodía que incluye un sándwich u onigiri, bebida y postre o café por 9,50€.

Y no, ni Miquel ni su socia y esposa Anastasiia Kazakova se han olvidado del café de especialidad, que el primero aprendió a tostar al abrir la Cafeteria Industrial y que ahora comercializan bajo el nombre de Co.ffee Adventure. Y si no te gusta el café –cosa rara si estás leyendo este artículo–, no sufras: la nueva Cafetería Botánica cuenta con alternativas tan irresistibles como su limonada casera de maracuyá, matcha y chai latte, golden milk, cacao caliente a la taza y distintas variedades de té; que maridan a la perfección con su gastronomía.

Miquel Coulibaly en su nueva Cafetería Botánica. © Cafetería Botánica

Aunque ya cuenta con un proveedor de verduras ecológicas, su siguiente paso es crear una gama de proveedores de origen ecológico en su totalidad, vinculando toda su oferta gastronómica a un proyecto de administración de recursos sostenibles en este despampanante espacio rebosante de verde y de madera. Que invita, para el deleite de muchos, a sentarse y a tomarse la vida con calma sin olvidarse de ese toque industrial tan característico de su hermana mayor, a un tiro de piedra de distancia.

Como consecuencia lógica, ahora la Cafeteria Industrial abre un poco más tarde –a las 10:30h–, y el objetivo de Miquel es que en un futuro cercano opere más bien como restaurante. Ya ha incorporado a su horario el mediodía del sábado (motivo de celebración para todos aquellos que no trabajamos en Poblenou), y pronto subirá la persiana también los domingos y dará comienzo a una carta de cenas de lo más singular; con una propuesta de noche con piezas gastronómicas experimentales y ese toque nada comercial que imprime el chef y creativo en todo lo que hace.

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