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Raquel Bueno

Había pasado muchas veces por delante del Bella Italia (nos queda a dos pasos de la oficina), pero no fue hasta que una buena amiga me habló las mil maravillas de este restaurante napolitano que me animé a entrar. Desde aquí confirmo que sí, esta es una de esas ocasiones en la que las apariencias engañan. Y, si se me permite retractarme, igual sea éste el mejor italiano de la ciudad. F: La pizza trenzata del Bella Italia. Imagen de Raquel Bueno

Bella Italia es un pequeño restaurante napolitano, con todo el encanto de las típicas trattorie italianas y rebosante de sabor

Bella Italia es un pequeño restaurante napolitano, con todo el encanto de las típicas trattorie italianas, con pocas mesas pero rebosante de buenos paladares y sabor. Su personal es íntegramente italiano y, desde 2010, propone cada día platos de la cocina tradicional italiana que parten únicamente de productos frescos de mucha calidad, servidos siempre con la máxima amabilidad y candor en un espacio desenfadado que te permitirá disfrutar a solas o con los tuyos de una de las mejores propuestas italianas de la capital catalana. 

Un detalle que personalmente me cautivó fue el hecho de que sea el mismo cocinero quien te recibe en la mesa. Giuseppe, a quien añoro ya, prefiere hacerlo así, prácticamente a la vieja usanza: te preguntará por tus preferencias alimentarias, por tus alergias, intolerancias… Y luego te recomendará las mejores opciones diarias. Lo mejor que puedes hacer tú es pedir una botella fresquita de vino blanco, o tinto, recostarte cómodamente en tu silla, iniciar una conversación amena y esperar a que te sorprenda a través del paladar. Porque te sorprenderá. 

Olvidada la tan soporífera lectura de carta, empieza a abrir boca con lo que es, en mi opinión, la estrella absoluta de la casa: el Tagliere Bella Italia. Una tabla de quesos y embutido extravagante y decadente a partes iguales, entre cuyos hits se esconden la mozzarella frita, los bocadillos de ricota fresca, unas bruschette de tomate cherry para chuparse los dedos y, ojo al dato: una burrata de trufa que te obligará a cerrar los ojos y a preguntarte, casi en tono de recriminación, por qué nunca antes habías venido a comer aquí. 

El precio para dos personas es de 13,50€ y, para cuatro, 16,50€. Teniendo en cuenta que además lo acompañan de focaccia recién horneada, resulta un importe más que justo para un plato con el que por si solo puedes cenar. Aunque como aquí somos de dientes largos, no nos íbamos a parar. Giuseppe nos sorprendió punto y seguido con una pizza trenzata rellena de cuatro quesos y acabada con tomates cherry, rúcula y ralladura de parmesano. Un cuarto de hora más tarde, y con un botón del pantalón menos, volvió a deleitarnos con sus macarrones con salsa de queso casera, tomate y albahaca fresca. Tirando de tópico pero desde mi más profunda sinceridad, bocatto di cardinale

Y no, no nos olvidamos de los postres (¿por quién nos tomáis?). Aquí, imposible perderse su versión de la pizza dulce con fresas y Nutella, y ni mucho menos su pastel de Pan di Stelle con nata montada y Nutella. Un ristretto te irá bien para bajar y, además, lo disfrutarás (por solo 1€). Y si pensabas como yo que esto ya no podía ir a mejor… Una última sorpresa. Más allá del restaurante, en Bella Italia disponen de un servicio de catering para desayunos, comidas, meriendas o cenas para disfrutar de una merecidísima pausa en la oficina o de un festín en condiciones des del confort de tu casa; y puedes adaptarla a tu medida para cualquier celebración. Ah, la Bella Italia… 

Detalles




  • Dirección: Carrer de Roger de Llúria, 87, 08009 Barcelona
  • Horario: Todos los días de 13:30h a 15:30h y de 20:00h a 23:30h. Martes por la noche cerrado
  • Teléfono: 934 67 24 21
  • Tipo: Restaurante
  • Web: https://www.instagram.com/bellaitaliabcn/