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Bru Romero

Es una verdadera maravilla cuando restaurantes que se inspiran en la tradición, en lo de toda la vida, lo hacen desde la modernidad pero respetando ese pesado. No todos los negocios saben hacerlo con atino pero cuando nos dejamos caer por tabernas como Barra y Mantel, descubrimos cómo aún quedan empresarios que saben dar en la diana y regalarnos el place to be al que volver y volver.

Situado en el meollo más gastro del barrio de Salamanca e invitando al más curioso y versado en esto de los sabores y texturas de siempre pero con ese twist que lo peta, Barra y Mantel se enfrenta a los gustos del comensal como una casa de comidas que no es como las otras. Un restaurante desde donde el chef Iván Muñoz hace y deshace a su antojo y en el que la materia prima (y los productores) están de lo más presente.

El valenciano Iván González triunfa en Madrid con una propuesta moderna y de lo más contemporáneo sin perder la sabrosa esencia del pasado

Productos de temporada y una carta que, en ningún momento, se pierde en florituras, atreviéndose con esa cocina honesta donde la barra tiene la misma fuerza (y presencia) que aquellos que prefieran la mesa con mantel. Mismo peso, por tanto, y misma carta (a diferencia de otros restaurantes que plantean dos tipos de carta) y frente a la que sentarse a cualquier hora del día. Cocina ininterrumpida que se adapta a cada momento del día y las necesidades de un cliente que siempre encuentra respuesta a sus ganas más gastronómicas.

Platos elegantes y de lo más sutiles para paladares que no se contentan con poco y que a través de delicias como sus gildas, boquerones en vinagre, berberechos en escabeche blanco o sardinas marinadas con pisto, para empezar, y ostras Amélie, espárragos trigueros con parmesano, tartar de atún, carpaccio de gamba o de rubia gallega para proseguir nos abren, sin duda, el apetito.

Un menú que mantiene su nivel en primeros como su solomillo con foie, rabo de toro con puré de patatas, pixín a la bilbaína con patatas a la pobre, merluza de pincho en salsa verde, rabitas de calamar en tempura, alcachofas rellenas de rabo de toro, chipirones rellenos de sobrasada, foie a la brasa, pimientos de piquillo rellenos de vaca vieja, croquetas de gambas, garbanzos con rape y espinacas y unos arroces en lata con los que González homenaje a las tierras valencianas.

Amante de los sabores más dulces, no te podrás ir de Barra y Mantel sin haber probado su tarta fina de manzana, crema de limón y merengue, flan de queso que sabe a queso o su chocolate, pan, aceite y sal para lo más curiosos. Sin duda, un hotspot de matrícula.

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