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Ariana Díaz Celma

Nos es ningún secreto que en Good2b somos melómanos confesos. Es por ello que descubrir el Barceló Imagine fue algo así como dar con la panacea del a menudo hostil mundo hotelero. A pocos minutos del siempre conectado aunque algo desangelado barrio de Chamartín, encontramos este pequeño oasis hecho por y para amantes de la música, con habitaciones que, sin olvidar un diseño de vanguardia y confortable -así como todos los detalles que puedas imaginar en el campo de la tecnología-, cuentan con infinidad de referencias a mitos que van desde Withney Houston a los Bee Gees, pasando por Michael Jackson y tantos otros. Lo mejor de todo, cada estancia es única, así que cada visita que hagas al Imagine también lo será.

El rock, disco, pop, jazz, flamenco, electrónica o incluso algún guiño a La Movida Madrileña, pero, no son géneros que sólo se puedan sentir en cada una de las 156 habitaciones que tiene el hotel, sino también en las estancias compartidas. Paredes forradas de vinilos, pósters, guitarras y todo tipo de memorabilia inundan cada rincón de esta joya situada en uno de los puntos más bien conectados de Madrid. En el lobby incluso podemos encontrar teclas gigantes de piano, perfectas para que practiques, pasito mediante, tus melodías favoritas.

El hotel cuenta con 156 habitaciones temáticas con fotos de distintos artistas

Uno puede pensar que tanta memorabilia puede rozar lo kitsch. Que nadie se asuste, esto no es el Hard Rock Café ni el típico bar rockero donde tomar unos quintos en la esquina de casa. La pasión por la música se mezcla a la perfección con el diseño elegante y mucho confort. Por si esto fuera poco, cuentan con la piscina más deseada en kilómetros a la redonda, una maravilla que no solo es gustosa a la vista, sino también al tacto. Sumergirse en sus aguas es una delicia que compensa las toneladas de cemento que rodean el hotel.

La memorabilia musical se compagina con diseño y tecnología en el Barceló Imagine

No obstante, no descubrirás uno de los secretos más bien guardados del lugar hasta que despiertes. El desayuno es un auténtico festín para los amantes de la comida más importante del día, no solo por el surtido sino también por la calidad del mismo, y que se puede degustar en el Eat&Roll, donde también se sirven comidas y cenas obviando el buffet de la mañana a favor de la carta. La gastronomía orgánica y saludable busca que durante la estancia el huésped no tenga que renunciar a una alimentación nutritiva, un estilo de vida healthy que se puede acompañar con una visita al pequeño gimnasio del que también dispone el hotel.

Una habitación doble puede rondar los 125€ en temporada alta, un precio de risa si eres un apasionado de la música. Play it again, Sam!

 

 

 

 

 

 

 

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