Anna Ponsa es Missnobody, una de las bloggers que más lo ha petado en lo que llevamos de 2013, pues ha llegado a ese status que cualquiera de su condicion persigue, eso es que las firmas se peleen para que seas su imagen. Aún no pasa de los 25 y es una estudiante de arquitectura nacida en Terrassa. Quizás esta condición le da una serie de valores estéticos que se plasman en todos sus looks. En good2b la hemos entrevistado…

En poco tiempo has pasado de ser una bloger más de la lista a una de las favoritas de muchas firmas. ¿Qué crees que te ha situado en tan buen lugar en relativamente poco tiempo?

Ojalá supiéramos muchos el secreto para conseguir el éxito y así tener los mejores acuerdos con las marcas. Pero, en realidad, no lo sé, siempre intento ser fiel a mi estilo en el blog y cada colaboración es una sorpresa y una alegría. Hace unos meses, modifiqué el diseño del blog por completo para hacerlo aún más minimalista y me pasé a wordpress, estoy contenta con el resultado y quizás las marcas y seguidores también.

Eres estudiante de arquitectura también. ¿Qué porcentaje de tu vida destinas a ella y que porcentaje al blog? ¿O crees que a menudo van de la mano?

Desde pequeña he tenido la vocación de ser arquitecta, me encanta y es muy importante para mi. De todas formas, es una carrera que exige mucho tiempo y sacrificio, así que ahora cojo menos asignaturas para aprovechar el momento. El blog me está permitiendo viajar, conocer mucha gente y es un tren que no quiero perder sin renunciar a mi carrera. Soy joven y no tengo prisa.

Podemos decir que los blogs han democratizado el periodismo y el mundo de las tendencias, pero a la vez también hay muchos sites que no son demasiado buenos. ¿Qué crees que debe tener un blog para que se le pueda considerar de calidad?

En España, a diferencia de muchos otros países, hay muchísimos blogs, quizá demasiados; pero cada uno es libre de hacer lo que le guste, eso está claro. Para mí, un blog de calidad debe tener contenido actualizado regularmente, combinar diversos temas, fotografías de calidad, textos escritos adecuadamente y algo que no se puede explicar pero que te hace pensar «esto vale la pena».